El efecto Pixar
No se si os habréis dado cuenta, pero somos, los que estamos ahora, la última generación Disney, o eso parece. El otro día iba en el coche de un amigo, puso un CD y empezaron a sonar canciones de disney. Su hermana tarareaba partes y yo: que coño! yo también quiero. Así que me puse a cantar con ella y nos miraban raro. Pero mira, que me quiten lo cantaó.
¿Quien no recuerda canciones como las de El Rey León o Aladdin? Bien, ahora, ¿quién, a parte de alguna mente enfermiza, recuerda alguna canción de Hercules, el jorobado, o mulan? Vale, alguna de mulan, pero fin. Y es que ya no es lo mismo. Y esperemos que así siga por el bien de Disney.
Y no es que los niños hayan cambiado, que también lo han hecho, sino que las películas eran cada vez más mediocres.
Después de unos cuantos intentos de hacer algo nuevo, se dedicaron a sacar refritos: 101 dalmatas 2, 102 dalmatas, 103 dalmatas y 1/4 con Leslie Nielsen en el papel de Cruela (no, este es coña), y más refritos.
Mientras, Pixar, hacía las películas de animación que, a parte Shrek, han marcado los últimos años. Estas no se caracterizan por la cantidad de canciones que tienen (de hecho se meten con ellas en Shrek 1 o la 2, no recuerdo), sino por el humor que se echaba en falta desde el Rey León.
Hasta el año pasado, en el cual Disney compró Pixar, gracias a lo cual disney vuelve a ser Disney. Realmente los cambios no se notaran hasta la siguiente película, que es cuando la directiva nueva habrá tomado decisiones, pero aún así, se nota ya un cambio de mentalidad. Y esto lo digo porque la última producción de Disney fue Meet the Robinsons y tengo que decir que me sorprendió que no fuese mala. De hecho me gusto bastante.
Ahora tocará ver si con el cambio de jefes y estrategias, las proximas generaciones siguen siendo Disney o Kas Naranja.
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